jueves, 29 de septiembre de 2016

5. LACTANCIA MATERNA

Sinceramente, pienso que la leche materna es lo mejor que puede comer un bebé durante sus primeros meses. La Organización Mundial de la Salud (OMS) así lo estipula, y no creo que se equivoque.
Fue mi elección y no lo cambiaría por nada. Sin embargo, sé y acepto que haya muchas mujeres que decidan no hacerlo por distintas razones. Unas más plausibles que otras, a mi entender. En todo caso, todas respetables.
Entre ellas, una de las razones que me da más rabia es la de la mamá que quiere dar el pecho pero le duele tanto que es imposible. Y me da rabia no por ella, sino por las profesionales que no la atendieron como es debido o no tuvieron la paciencia necesaria con esa mamá. Porque el pecho no debe doler al dar de mamar, es un poco cuestión de acostumbrarse (al principio es complicado, pero pensad que ninguna estamos acostumbradas a que nos estén chupando los pezones durante horas y con esa energía), y un mucho de que te expliquen y te ayuden para hacerlo bien.
Yo tuve la suerte de dar con gente dispuesta (o de ser muy pesada, que yo de ahí no me iba hasta que me lo explicaran todo todito todo) y aunque los primeros días me salieron unas grietillas y sentía algo de dolor (sobre todo en el enganche) con Purelan y cambiando al peque de postura se solucionó rápido.
Yo los empecé a ver tarde, cuando ya lo tenía controlado y no estaba tan absorbida por el bebé, pero creo que los vídeos de Divinity de "Bebé a bordo" son muy explicativos y pueden servir para que alguna mamá en esta situación mejore su experiencia con la lactancia materna. Os quería dejar aquí uno de ellos de la temporada 1, pero los han quitado de la web de la cadena, así que tendréis que buscarlos en la red. En la web de Divinity tenéis la temporada 3, pero esa no la he visto y no os puedo decir nada de ella.


En todo caso, y lo que quería transmitiros con esta entrada es: mamás y futuras mamás del mundo, si quieres dar el pecho, HAZLO, que nada ni nadie te lo impida, y mucho menos la falta de información. Pregunta a tu matrona, ginecóloga, pediatra o a quien sea necesario para que te ayuden y no te quedes con ninguna duda. Son profesionales y están ahí para eso. No te cortes. Y por favor, no dejes de amamantar a tu hij@ si es lo que deseas.
ATENCIÓN: si por alguna razón, la que sea, al final decides dejar de hacerlo, NO TE SIENTAS MAL, seguro que estás haciendo lo mejor para tu peque y las leches de fórmula hoy en día son estupendas. Es preferible que estés tranquila, feliz y agusto cuidando de tu bebé a que te encuentres tensa y nerviosa constantemente pensando en cuándo será la siguiente toma.

Sea cual sea tu elección,
DISFRUTA DE TU MATERNIDAD.

¿Y tú? ¿Pudiste o quisiste dar de mamar? ¿Que consejo darías a mamás en esta situación?

jueves, 22 de septiembre de 2016

4. LA BÚSQUEDA

Empecemos por el principio.
Tener un hijo con alguien es la máxima expresión de amor mutuo y, como tal, los niños se conciben como tod@s ya sabemos.
Me sorprende leer que personas que quieren ser mamás utilicen desde el primer intento tests de ovulación. Quizá estoy equivocada, pero pienso que la mejor y más amorosa forma de concebir un bebé es hacer el amor cuando a uno le salga, porque ese día apetece, porque nos queremos, porque nos apetece expresarlo... por la razón que queráis, pero no porque me lo dice un palito.
Pienso que todo lo que se genera alrededor de dichos palitos supone un aumento de estrés y ansiedad con los que lo único que se consigue es, precisamente, el efecto contrario.
¡OJO! Entiendo perfectamente que los usen aquellas personas que ya llevan muchos intentos y no lo consiguen, o las que tienen periodos muy irregulares, o las que estén teniendo muchas dificultades para conseguirlo. Pero no entiendo cuando se usa por sistema.
Supongo que el uso de los test viene derivado de la forma de vida que llevamos hoy en día, en la que todo lo queremos ya y a la carta. Hay cosas que llevan su tiempo y por las que merece la pena esperar. Te animo a que te tomes tu tiempo, te relajes y no sea el único tema que pasa por tu mente.
Por suerte, nosotros lo conseguimos a la segunda y sin esperarlo, ya que por diversas circunstancias personales pensábamos que tardaríamos un año o más en concebir. Quizá por esa "dejadez" del "es demasiado pronto" o "aún tenemos unos meses por delante", vino antes, por la despreocupación.
Quizá también por mi experiencia personal pienso de esta manera respecto a los test de ovulación.
¿Y tú? ¿Los has usado? ¿Cuáles fueron tus motivos? (Si te apetece contarlos)

jueves, 15 de septiembre de 2016

3. ¿LA PROFESIÓN AYUDA?

Soy maestra y psicopedagoga. ¡Hala! Pues lo tendrás chupado. Jajaja, eso pensaba yo.
Cuando tienes profesiones como la mía conoces al dedillo los hitos evolutivos de los niños, la forma más adecuada de poner límites, de actuar frente a una rabieta, de lo que está o no permitido en un niño (y en un adulto). Pero ¡ay, cuando el hijo es tuyo!
Cuando el hijo es de uno parece que todo eso que pone en los libros no funciona, con el tuyo no sirve. ¿Por qué soy capaz de sacar adelante una clase de 25 niños y mi hijo me puede cuando me mira con carita de cordero degollado? Pues porque ser madre o padre no es una profesión, es algo que se aprende poco a poco, con el día a día. Y porque a los hijos los miramos con otros ojos, porque son sangre de tu sangre, porque los has concebido, llevado en la barriga (las mamás), amamantado si has podido o querido, cambiado mil pañales y vivido todo tipo de momentos con ellos. PORQUE SON TUS HIJOS y eso no se puede comparar con nada.
En algún sitio no hace mucho he leído algo así como "yo era la mejor madre del mundo... antes de ser madre". Y creo que a tod@s o a casi tod@s los que hemos hablado mucho sobre educación con parejas, familiares, amigos o conocidos, nos ha pasado. Es decir, antes de ser madre te planteas cómo vas a hacer las cosas, cómo vas a actuar cuando se te presente tal o cual situación, qué es lo que debes o no debes hacer frente a ciertas dificultades... y a la hora de la verdad, ahora que eres madre/padre, te toca tragarte tus palabras.
Una chorrada como otra cualquiera: "jamás llamaré "papá" a mi marido, no es mi padre, que se lo llamen sus hijos" Jajaja, si a veces hasta le llamo así cuando estamos con los amigos y no hay niños delante. No hablemos de las risas cuando estamos en una reunión familiar y Papá de Garbancito grita "mamá" y entonces mi suegra y yo nos miramos con cara de interrogación "¿te llama a ti o a mí?".

¿Recuerdas algunas de esas frases que has dicho y que ahora te has tenido que comer con patatas fritas? Compártela.
¿Y tú? ¿A qué te dedicas? ¿Te ha ayudado en algo tu profesión en la tarea de ser madre o padre?


jueves, 8 de septiembre de 2016

2. ¿POR QUÉ MAMÁ?

No soy madre soltera, ni divorciada, ni viuda.
Felizmente casada, comparto la crianza de Garbancito con su padre. Y me alegro de poder ser dos educando y sacando adelante esta familia. Y somos de esos que consensuamos las actuaciones con el peque e intentamos hacerlo lo mejor que podemos los dos juntos. En algunas ocasiones llegamos a términos medios, en otras uno argumenta su postura y acaba convenciendo al otro, o a veces, frente a situaciones nuevas, uno actúa como le parece y simplemente nos damos cuenta de que funciona... o no. En cualquier caso, educamos los dos, no soy yo sola la encargada de esta tarea.
Llegados a este punto alguno podrá pensar "¿y por qué el blog se llama mamá de...? Pues por una sencilla razón: la que escribe, edita, prepara y piensa todo esto del blog soy yo, Flavia, la mamá de. Papá de participa en todo lo demás que se refiere a crianza y educación, que es lo gordo.
¿Y tú? ¿Decides sol@ sobre la educación de tus hij@s o lo hacéis en pareja? ¿Cómo te organizas frente a un conflicto de pareceres?